30 sept 2008

No apaguéis al Espíritu.


1 Samuel capitulo 4 es uno de los capítulos más tristes, porque los Israelitas perdieron muchas vidas. La biblia está repleta de batallas las cuales siendo menos obtiene la victoria. Pero aquí comienzan a cuestionarse y dicen como puede ser que Jehová nos haya abandonado. Como puede ser que Jehová nos hirió así, no fue Dios, fueron los filisteos. Entonces a uno de los ancianos se le ocurrió traer el arca del pacto y ponerla en el medio del ejército entonces ahí si vamos a tener victoria. Así lo hicieron y sintieron tal algarabía que dijeron ahora sí que seguro que ganamos. Ellos gritaron tanto que los enemigos pensaron, ¿estos se trajeron el arca?, pero pensaron también que algo estaba pasando para traer el arca del pacto en el medio de la batalla. Entonces los filisteos dijeron, esforcémonos e igual vayamos a la batalla. Pero ahora no mueren 4 mil hombres sino que 30 mil, y no solo los vencen sino que les roban el arca. Aquello que simbolizaba la presencia de Dios es capturado por los enemigos. No solo eso, sino que cuando le cuentan al sacerdote Eli lo que paso, y escucha que no solo perdieron, sino que le robaron el arca y que a sus hijos los mataron, cayó de la silla y se desnuco. Una de las razones es que El arca no era el amuleto de la suerte. Simbolizaba la presencia de Dios, pero no era que Dios estuviese presente ahí, en ese momento. Y uno se pregunta qué pasó aquí. Para entenderlo tendríamos que leer el capitulo 3.
Siempre hay un momento en que Dios nos habla. Hay un momento antes que la lámpara de Dios se apague.
Cuando Dios te dice tu lámpara va a apagarse no te quedes así, reacciona, despiertate. Esa intranquilidad te la da el Espíritu Santo.
Hay 3 razones que pueden hacer que la lámpara se apague.

1 – Un mal habito. Reemplazarlo por un buen hábito.
2 - Falta de oración. Hay un momento que entramos en crisis y nos cuesta orar. Evitemos que se corte la comunión con el Espíritu Santo.
3 - Cuando Dios nos dice que demos un paso de fe y no queremos hacerlo. Eso es tan peligroso como dejar de orar. Cuando El te dice, este es el momento, este es tu momento, este es tu año.

La lámpara esta allí. No permitas que se apague. Tengo que cambiar, no puedo quedarme quieto, dormirme, decir y bueno.
Dios esta empecinado en tu vida. No te dejo hasta que haya hecho contigo lo que te dije que iba a hacer. Reacciona.