29 oct 2008

Un Secreto clasificado.


Voy a contarte un secreto. A Dios no lo mueve la necesidad.
Oíste eso?
Es inútil que cuando trates de orar, te duelan las rodillas, o le digas que ya no soportas más, o que no mereces vivir esta situación o que llores hasta que no te queden lágrimas.
A Dios lo mueve tu fe.
La nave de los discípulos parece que va a darse vuelta como una frágil cáscara de nuez. Las olas sobrepasan el barco y el mar se ve más enfurecido que de costumbre. Los hombres tienen pánico, pero Jesús descansa plácidamente en el camarote.
Uno de ellos, se harta de esperar que el Maestro deje de roncar. Y lo despierta de un sacudón.
-Maestro! No ves que perecemos? No te da un poco de lástima que nos estamos por ahogar? Cómo se te ocurre dormir a bordo del Titanic? No podrías tener un poco de consideración con tus apóstoles?
Será mejor que los discípulos sepan, desde ya, que este día no figurará en ningún cuadro de honor. Esta no será el tipo de historia con las que futuros evangelistas armarán sus mensajes. Si querían aparecer retratados en la historia grande de los valientes de la fe, tengo que comunicarles que han errado el camino. De este modo, no se llega a Dios. No conmoverán al Maestro con un sacudón y gritos desaforados. La histeria no enorgullece al Señor. Puedo asegurarles que Pedro, Juan y otros tantos querrán olvidarse de este episodio, y jamás le mencionarán a sus nietos que esto ocurrió alguna vez.
Pese a lo que hayas creído todos estos años, la necesidad, insisto, no mueve la mano de Dios.
El Señor se levanta un tanto molesto. Este es su único momento para descansar en su atareada vida ministerial. Y estos mismos hombres que presenciaron como resucitó muertos y sanó enfermos, lo despiertan de un descanso reparador, por una simple tormenta en el mar. Se restriega los ojos, mientras trata de calmar a quien lo acaba de despertar de un buen sueño profundo.
-No tengan miedo –dice, mientras bosteza.
El Señor sale del camarote y ordena a los vientos que enmudezcan. Y al mar que se calme.
Hombres de poca fe –dice, antes de regresar a la cama.
Uy.
Eso si que sonó feo.
No quisiera irme a dormir con esas últimas palabras del Señor acerca de mi persona.
Pensaron que les daría unas palabras de aliento. O que les diría que la próxima vez no esperen tanto para despertarlo. Quizá que mencionaría que para el próximo viaje, se aseguren una mejor embarcación, o que chequeen si hay suficientes botes salvavidas. Pero sólo les dijo que fallaron en la fe.
Alguno de ellos, cualquiera, debió haberse parado en la proa y decir:
-Viento! Mar! Enmudezcan en el nombre del Señor que está durmiendo y que necesita descansar!
Esa sí hubiese sido una buena historia. Los evangelistas hubiésemos aprovechado ese final para nuestros mejores sermones.
Es que, sólo la fe es la que mueve la mano de Dios.
Dante Gebel
Adaptado de “Las arenas del alma” (Editorial Vida)

22 oct 2008

Halloween ¿Que hacer?


Cada año artículos sobre la práctica americana de Halloween circulan por toda América Latina. Entiendo la preocupación porque todo cristiano verdadero desea obedecer la Palabra de Dios. El tema de Halloween es similar a otras cuestiones que deben enfrentar los misioneros cuando ministran en una cultura diferente a la suya. ¿Qué hacer con aquellos aspectos de la cultura foránea que no están de acuerdo con la Escritura? Para contestar la pregunta (y aplicarla al tema de Halloween) es importante entender que existen, por lo menos, tres elementos en cada cultura:

Primero. Los aspectos de una cultura que apoyan principios bíblicos.

Los cristianos podemos aplaudir y emplear este aspecto de una cultura. Un buen ejemplo es la tradicional familia latina donde existe unidad y amor los unos para los otros. Sin entrar en lo negativo, podemos declarar que la familia latina es admirable y es posible usar el ejemplo como base para enseñar el orden bíblico para la familia porque apoya lo que la Biblia enseña. El misionero sabio empleará los elementos de una cultura que apoyan los principios bíblicos.

Segundo. Los aspectos de una cultura que son neutrales - ni apoyan ni contradicen principios bíblicos. Quizá sean diferentes de la cultura nativa del misionero, pero no son contradictorios, sino sólo diferentes.

Si el misionero desea vivir bien, no intentará cambiarlos sino que ajustará su propia vida y se sujetará a aquellos elementos en cada cultura que son diferentes pero neutrales. Cuando los misioneros no hacen una clara distinción entre su propia cultura y los principios bíblicos, comienzan los problemas. Algunos han terminado enseñando elementos de su propia cultura como si fueran principios divinos.

Tercero. Los aspectos de una cultura que definitivamente van en contra de los principios bíblicos.

Aquí los cristianos debemos mantenernos firmes. Tristemente, a través de la historia de la iglesia los creyentes han trasplantado ritos paganos a la vida cristiana. Por ejemplo: hasta el siglo V encontramos a cristianos usando varios ritos paganos tanto en las bodas como en los entierros. En un país centroamericano me topé varios creyentes y hasta esposas de pastores prendiendo velas “por si las moscas”.

Sin embargo, en la mayoría de los casos las partes paganas de las ceremonias fueron eliminadas y (¡ojo! importante) sustituidas por elementos cristianos hasta que a la larga, el significado original pagano fue olvidado y reemplazado con un significado aceptable.

Varios festivales que hoy se consideran cristianos principiaron como ritos paganos, pero fueron adoptados y los aspectos idólatras fueron erradicados.

Halloween es un buen ejemplo de lo antedicho. En la antigua Bretaña e Irlanda, el festival Celta de Sambain era celebrado los días 31 de octubre, al fin del verano. Esta fecha era también la víspera del año nuevo en los calendarios anglos y celta, y era la ocasión para uno de los antiguos festivales cuyas enormes fogatas eran colocadas en las alturas de las montañas, a fin de alejar a los malos espíritus.

La fecha está relacionada con el regreso del ganado de pastar, la renovación de las leyes y la posesión de tierras. Igualmente, se suponía que las almas de los buenos visitaban sus hogares en este día, y el festival de otoño adquiría un significado siniestro con fantasmas, brujas, gatos negros, demonios, duendes, y todos los géneros de espectros. Este también era el tiempo para aplacar los poderes sobrenaturales que controlaban el proceso de la naturaleza. Además se pensaba que Halloween era el tiempo más favorable para las divinidades concernientes al matrimonio, la suerte, la salud y la muerte. Este era el único día en el cual la ayuda del demonio era invocada para tales propósitos.

Estas festividades paganas influenciaron la festividad cristiana de la Víspera de Todos los Santos ¿de donde viene el nombre Halloween? celebrada el mismo día. Gradualmente, Halloween se convirtió en una festividad secular, y muchas costumbres y prácticas comenzaron a ser desarrolladas. Hoy en día, muchas de las costumbres de Halloween se han convertido en juego para niños.

El símbolo común de Halloween es el hombre-linterna (posiblemente derivado de un vigilante nocturno), el cual es simbolizado por una calabaza vacía a la cual se le da la apariencia de un rostro demoniaco, y a la que se le agrega una linterna en su interior.

En este momento el 31 de octubre pertenece al diablo. Es mi opinión que es hora de rescatarlo para el Señor Jesús. Y la misma lucha continúa con los rituales paganos.


Por Jaime Miron

15 oct 2008

Reimaginando la iglesia II - La Raiz de un arbol


La Iglesia es mas como la raíz de un árbol que como un edificio.
Asumimos por nuestra herencia de la época modernista y de la época de industrialización que la Iglesia es mas como edificio. Esa metáfora ya no se aplica. Los edificios son rígidos y no cambiantes.
Me imagino mas la Iglesia como la raíz de un árbol. La raíz no tiene patrón pero si tiene orden. La Iglesia es un organismo viviente, no una organización. Todo ese concepto de institución “organizada” nos ha hecho mucho daño.
La raíz de un árbol es compleja pero al mismo tiempo sencilla, noble. Es altamente eficiente. Toma la forma que necesita tomar sin perder su ADN. Se extiende según se necesita y no toma una forma determinada.
La raíz de un árbol no tiene una jerarquía pero no es anárquica, obedece a su ADN. No es desordenada, es altamente flexible.
La raíz del árbol es la que permite el fruto y la que le permite al árbol aguantar las tormentas.
Por Junior Zapata.

10 oct 2008

Reimaginando la Iglesia - Internet


Siguiendo con esto de re-imaginar cómo es la Iglesia, se me ocurría que la Iglesia es como Internet.
No está centralizada en ningún lugar en particular. Está en todas partes y puede ser conformada por individuos o por grupos de individuos.

No se puede “apagar”. No hay un “switch” que pueda hacer cesar Internet. Sólo se “apaga” si no hay energía.
Desconectando una computadora no se desconecta Internet.
Todos contribuyen. Pueden ser populares y conocidos o pueden ser anónimos. Algunos pueden contribuir mucho y otros poco. Algunos que contribuyen insumos importantes tal vez no sean conocidos y aquellos que sólo tiene una buena página son considerados importantes.
Siempre está encendida y se puede acceder desde cualquier parte del mundo siempre y cuando se puedan “conectar”.
Es democrática e independiente. Ningún humano la rige y aunque crea que tiene autoridad, sólo la tiene limitada y no globalmente.
Es una red “neural”. Es dinámica y flexible. Crece por necesidad y no por diseño. Crece como resultado de algo mas, no por programar su crecimiento.
Cualquiera puede entrar y salir sin ser juzgado. Cualquiera la puede usar y cualquiera puede abusar de ella.
Es para pobres y ricos. Para los que creen y los que no.
Es una red social.
Por Junior Zapata

6 oct 2008

Somos bendición !!!

Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.
1Pe 3:8-9.
Sabemos que fuimos llamados para heredar bendición.

Todos fuimos llamados a recibir bendición. A heredar bendición.

Entonces si es una herencia tiene que haber una persona que muera. Y esto llega gracias a Jesús. Porque si el no hubiese muerto no podríamos heredar. El hace un llamado. Ven y cobra la herencia. El muere para que seamos coherederos de Dios y de sus bendiciones.

La herencia era solo para El y nos adopto para que seamos sus hijos, porque el quiere repartir su herencia. Ahora que somos coherederos de Dios. El nos quiere incluir.

Todos tenemos la responsabilidad de ser personas llenas de la bendición de Dios. Por eso dice su palabra, no devolviendo mal por mal, sino bendición por bendición, y cuantas personas que alguna vez no fueron de bendición para usted hoy lo son, y Dios ha usado esas personas para bendecir tu vida.

Amar la vida. Poder hacerlo es algo que el Señor nos ha dejado. Voy a amar la vida y voy a ver días buenos. Viene días muy buenos a mi vida. Como habla mi boca todo el día.

Tu eres una persona que bendice. El mal trabajo dejen a los otros. Siempre va a haber alguien que lo haga. Nosotros “Somos bendición”.