
Cuando comparas tu cuerpo con las modelos de exuberantes curvas que aparecen en los distintos medios, no cabe duda de que estás en desventaja.
Pero descuida: ¡todos son cuerpos fabricados, no reales!
Sin embargo, el resultado sobre tus pensamientos es terrible, porque crea complejos e inhibiciones, en lugar de realización y actitud de agradecimiento por lo que recibiste.
¡Ten cuidado! Es la trampa que usa el diablo para robar tu atención de cosas realmente importantes y trascendentes.
¡Ten una imagen positiva de tu cuerpo, Dios te creó!
1Corintios 6:19-20 ¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños;
fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios.