Miriam estaba embarazada de mellizos, transcurría el quinto mes de gestación cuando comienza a tener inconvenientes y a causa de esto es internarda, ya que era riesgoso para los bebes y para la madre, debiendo permanecer según los profesionales como mínimo durante 2 meses, hasta que se cumpla el tiempo prudencial para el alumbramiento.
Pero no pasaron dos días de internación cuando Miriam comenzó con trabajo de parto. Ahí es donde comienza la obra del Señor en la vida de Miriam y sus mellizos.
En ese momento difícil para la familia, su abuela, confía en nuestro amado Señor y arrodillándose ante Él, clamando por la vida de los bebes, pide que se cumpla la voluntad de Dios, y si Él quería que nacieran y vivieran, ella sabia que había un propósito para sus vidas.
Así, nacieron una nena, a la cual le pusieron por nombre Brenda con 750 gramos de peso y un varón al cual llamaron Dylan con 700 gramos de peso, ambos con 5 meses de gestación.
Para la ciencia y para los médicos, este nacimiento prematuro no tenia posibilidad de éxito, no había esperanza de vida, ya que era un nacimiento de alto riesgo con un gran porcentaje de probabilidad de muerte.
Pero su abuela, confiando en el Señor dijo a los médicos que para Dios no había nada imposible y que ellos iban a vivir, entonces estos le dijeron que a ellos le gustaría que transcurrido un tiempo diga aquí están mis nietos, pero para ellos había muy pocas posibilidades de vida, para ellos y para la ciencia no iban a vivir.
Pero su abuela siguió confiando en el Señor y les dijo que a pesar de que en los libros científicos no figura este tipo de suceso, en los libros de Dios si.
Hoy para la Gloria de Dios, Brenda y Dylan fueron dados de alta, ya se encuentran con sus padres y hermanos en su casa, tienen tres meses de vida, y como era de esperar, ya fueron presentados al Señor.
Grande y poderoso es nuestro Dios.
Alba Coronel de Aguirre (Abuela)
