Los niños son el futuro, por eso es nuestro deber como cristianos, ya sea padres, lideres, pastores o simplemente hermanos que amamos a Dios, encaminar a la generación que tomara las riendas de nuestro pais, nuestras congregaciones y nuestro futuro. Es nuestro deber predicarles la palabra, sostenerlos, consolarlos y consolidarlos en el camino que nos dejo escrito nuestro amado Señor Jesucristo. La palabra dice en proverbios 22:6 Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
Dentro de nuestro pequeño aporte a la iglesia y a la misma sociedad, estamos haciendo lo posible para que este mandato se cumpla, niños del barrio que no concurren a los cultos, ya que sus padres no son practicantes cristianos, nos visitan cada sabado para recibir una abrazo de sus maestras de clase biblica, una palabra de aliento para sus pequeñas vidas golpeadas por la voragine de la sociedad consumista y racista. Y el Señor nos sorprende cada dia que nos encontramos con ellos, a pesar del corto tiempo que llevamos haciendo este trabajo, ellos concurren sin importar las inclemencias del tiempo, algunos con escasa vestimenta, otros con sus hermanos mas pequeños a los cuales cuidan porque sus padres estan ausentes, pero el Señor el fiel y El no es deudor de nadie por lo cual sabemos que el trabajo que se esta llevando a cabo tendra su recompensa.
Estamos a tiempo, estamos en el camino correcto, no perdamos el ritmo y vayamos hacia la meta trazada: Nuestra ciudad para Cristo.
Pr. Horacio Santa Cruz
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