11 mar 2009
La llave a la Prosperidad.
Todos quieren vivir la vida buena, pero no todos están dispuestos a hacer lo necesario para alcanzar ese destino.A menudo cuando hablamos de la prosperidad, no incluimos el componente para lograrlo, la obediencia.
Cuando usted no es obediente a Dios y Su Palabra, usted hace difícil el recibimiento de la manifestación de Su bendición.Nuestro Padre celestial siempre está en busca de aquellas personas que están dispuestos a obedecer Sus instrucciones, aun sin entender cuando Él les pide que hagan algo. Aunque a veces puede ser desafiante, al usted cultivar la obediencia en su vida, abre el camino para recibir cada promesa que Dios ha prometido en Su Palabra.
La obediencia es definida como la acción o la practica de obedecer, siendo cumplido, sumiso y conforme. Practicamos la obediencia en tantas áreas de nuestras vidas, pero a menudo ignoramos a la persona más importante a quien debemos obedecer a Dios.
¡Tenemos la tendencia en decir que es difícil obedecer la Palabra de Dios y seguir Sus mandamientos, pero obedecemos los semáforos que nos dicen cuando detenernos en una intersección! Observamos los límites de velocidad y obedecemos la ley que dice que debemos pagar por servicios que nos han sido rendidos, pero con demasiada frecuencia fracasamos de estar en conformidad con Dios y Sus mandamientos para nuestras vidas.
Entienda por favor, Dios no quiere que usted obedezca porque Él está tratando de hacer tu vida difícil y pesada, Su Palabra es un libro de direcciones que nació de amor y fue diseñado para traerle a un lugar de gozo, abundancia, éxito y satisfacción duradero. La obediencia le conecta a cada sueño, cada visión, cada provisión y promesa que podamos imaginar.
Usted puede tener la experiencia de una vida buena al decidir la cantidad de la Palabra de Dios usted obedecerá. Suya es la decisión. Dios resumió los resultados de obediencia en Deuteronomio 30:15, 16 (Biblia Nueva Versión Internacional) Dice lo siguiente:
Hoy te doy a elegir entre la vida y la muerte, entre el bien y el mal. Hoy te ordeno que ames al Señor tu Dios, que andes en sus caminos, y que cumplas sus mandamientos, preceptos y leyes. Así vivirás y te multiplicarás, y el Señor tu Dios te bendecirá.
La clave para conectarse a la bendición de Dios, el cuál le autoriza a prosperar en la vida, es la obediencia. Sin El, usted no podría alcanzar ni cumplir su meta de vivir la vida buena.
La obediencia le separa de la multitud. El mundo está repleto de personas que han hecho sus propias reglas y siguen sus propias normas que no van en acuerdo con la Palabra de Dios. Como resultado, ellos experimentan los resultados negativos de la desobediencia. Pero, cuando usted obedece a Dios, demuestra que le perteneces a El. En. Éxodo 19:5 dice, “Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.”
A veces puede ser desafiante ir en contra del grano y obedecer a Dios en medio del sistema del mundo que desatiende lo que Él dice. Usted puede tener miembros de familia y seres queridos cuya manera de vivir contradice la Biblia. Su obediencia en medio de sus comportamientos hace que usted sea un ejemplo.
Cuándo las bendiciones de Dios empiezan a aparecerse en su vida, ellos querrán una explicación en cuanto a cómo y por qué cosas buenas le suceden a usted. Usted podrá compartir el amor de Dios y hacerles saber que la obediencia de Su Palabra tiene provecho.
La conclusión es ser sabio y obedezca a Dios. Isaías 1:19 dice que si quisieras y oyeras, comerás el bien de la tierra. ¡Eso significa la abundancia! Desde sus finanzas hasta su salud, la obediencia es la clave para vivir una vida prospera. ¡Lo que Dios le diga que haga, hágalo!