1Pe 3:8-9.
Sabemos que fuimos llamados para heredar bendición.
Todos fuimos llamados a recibir bendición. A heredar bendición.
Entonces si es una herencia tiene que haber una persona que muera. Y esto llega gracias a Jesús. Porque si el no hubiese muerto no podríamos heredar. El hace un llamado. Ven y cobra la herencia. El muere para que seamos coherederos de Dios y de sus bendiciones.
La herencia era solo para El y nos adopto para que seamos sus hijos, porque el quiere repartir su herencia. Ahora que somos coherederos de Dios. El nos quiere incluir.
Todos tenemos la responsabilidad de ser personas llenas de la bendición de Dios. Por eso dice su palabra, no devolviendo mal por mal, sino bendición por bendición, y cuantas personas que alguna vez no fueron de bendición para usted hoy lo son, y Dios ha usado esas personas para bendecir tu vida.
Amar la vida. Poder hacerlo es algo que el Señor nos ha dejado. Voy a amar la vida y voy a ver días buenos. Viene días muy buenos a mi vida. Como habla mi boca todo el día.
Tu eres una persona que bendice. El mal trabajo dejen a los otros. Siempre va a haber alguien que lo haga. Nosotros “Somos bendición”.